AVISO El siguiente material es una investigación sobre una
tradición y creencia judía no nos
hacemos responsables de su veracidad solo tomamos el testimonio.
Un dibbuk se supone una especie un demonio que puede y posee a cualquier ser vivo, de hecho, la traducción
del hebreo al español para la palabra dibbuk es “el que se aferra”. Desde ahí
es que se origina la idea de que este demonio puede atrapar y adherirse a una
ser humano en una especie de simbiosis
espiritual donde a entidad se queda adherida pero además le va
produciendo toda una serie de calamidades.
Como en muchas tradiciones los demonios deben ser eliminados
por procesos parecidos a las
liberaciones o exorcismos para los cuales solo unos cuantos están calificados en
este caso los rabinos judíos que hallaron en las cajas Dibbuk la prisión
perfecta.
La única forma de librarse de la posesión de un dybbuk, es
encerrando al demonio en una particular caja de madera. Caja que por supuesto cuenta
con toda una serie de elementos simbólicos y sagrados para esta religión.
Las primeras liberaciones de ser exitosas no podían
garantizar un éxito completo, se liberaba el demonio peros e corría el riesgo
de que volviera al sujeto o en su defecto que se fuera a adherir a alguien más,
la única opción si no era regresarlo de donde vino y volvería a salir era
encerrarlo.
Las primeras cajas dybbuk, eran simplemente una caja de
madera para guardar una botella de vino y así protegerla de los rayos del sol.
Por esta cualidad hermética a la luz e supuso una buena e ideal prisión para los demonios. Los
primeros intentos se supusieron exitosos por lo que al día de hoy su producción es con el
propósito de poder encerrar a los demonios dybbuk en su interior.
La caja debe contener en su interior una loza de granito con
la palabra hebrea “Shalom” que significa bienestar, una rosa roja, 2 monedas de
baja denominación, 1 mechón de pelo de la persona que pretende sacarse de
encima a este demonio y dos copas exactamente iguales siendo una de ellas de
oro. Una vez que los elementos ya se encuentran dentro de la caja el rabino
comienza con una ceremonia tradicional judía. Este proceso no es breve, se supone una larga
lucha ya que por supuesto un demonio no aceptará a ser encerrado para siempre
en esa pequeña prisión de madera, se
supone que tras este ritual el demonio ya incapaz de dar pelea es encerrado y
la caja sellada con cera para que de preferencia nunca, nunca volver a ser
abierta.
Algunas cajas Dibbuk al igual que otras curiosidades de tipo
supersticiones son colocadas a la venta incluso en portales de Internet donde
son adquiridas y los escépticos
compradores deciden abrirlas.
Poco se sabe del destino del comprador y quizá porque no fue
muy afortunado como sea, hoy día puedes adquirir una con su demonio incluido,
¿te atreverías a comprar una de esas cajas y llevarla a tu casa? ¿La abrirías?
Sin duda para muchos una decisión tajante, escribe por favor que es lo que harías tú? Soy Cesar
Buenrostro y espero verte pronto por aquí.