Para los creyentes de visitas del espacio exterior no es
extraño que se encuentren huellas de estos visitantes en todos los quehaceres de la vida en la Tierra, ya
hemos analizado algunas pinturas religiosas, antiguas y modernas, incluso construcciones ancestrales pero
hay más, según algunos entusiastas existen monedas antiguas y modernas con
referencias muy claras a las visitas de seres de otros planetas.
La moneda en uso sin
duda es algo que tiene un valor intrínseco, pero si esta, además sirve como
evidencia o prueba de experiencias con aliens cobra más valor. Hoy día circulan
monedas que tienen efigies, de perfiles
de lo que conocemos como aliens grises, sin embargo no hay mucho misterio al
respecto ya que estas han sido talladas a partir de monedas de 5 centavos pero
eso si con un alarde tal de paciencia para ser logradas.
Por otro lado hay
monedas más misteriosas, dinero que círculo en el pasado con imágenes que no dejan lugar a la duda según los teóricos
de los extraterrestres.
Una de ellas, la llamada Jetón es supuestamente una
muestra de ese contacto alienígeno en el pasado, en el jetón se ve lo que los teóricos
interpretan como un platillo volador. Más
claro ni el agua pregonan he ahí la evidencia he ahí la prueba definitiva ya
que si no es una nave alienígena ¿Qué
es? Qué es?. Antes de contestar presentaremos otra interesante moneda que
presenta no un platillo u ovni como le designan
algunos creyentes esto es más específico y
contundente, un alienígena en una moneda antigua si, una moneda que
tiene un alíen de los que conocemos como grises.
Con estos dos elementos no
cabe duda el teórico de los aliens en el pasado tiene su prueba definitiva ¿O no? Comencemos
con la primera evidencia la del supuesto platillo volador, esto en realidad no
es una nave alienígena ni nada por el
etilo es la representación de un escudo romano. La moneda realmente es un jetón, o pieza sin
valor legal, que se utilizaba para realizar cálculos o como medio de pago
extraoficial en una comunidad, posiblemente acuñado en el siglo XVII. Como
muchas otras monedas similares, representa un Ancile, o escudo sagrado de la
antigua Roma. Cuenta la historia que Numa Pompilio, segundo rey de Roma,
sucesor de Rómulo, le preguntó a Júpiter por el secreto para protegerse de los
rayos. Júpiter le pide a cambio un sacrificio humano, pero Numa, que es un
hombre buena onda le rehúye con dialéctica, es decir como político en campaña.
A Júpiter le hace gracia su cantinfleada y le promete revelarle el secreto al
día siguiente. Como había prometido, al mediodía Júpiter arrojó un escudo sobre
el Rey.
Roma no tendría nada que temer de sus enemigos mientras que el escudo
se mantuviese a buen recaudo. El rey lo guarda en un santuario, pero por temor
a que lo roben, manda construir otros once idénticos al auténtico. Este escudo,
de un valor incalculable para Roma, es el motivo de estas representaciones. Que dicho sea de paso ilustra el libro Prodigiorum
liber del historiador Julio Obsequens.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario